(CNN) — Al día siguiente de que el presidente de Estados Unidos Joe Biden abandonara la carrera presidencial y apoyara a Kamala Harris para convertirse en la candidata presidencial demócrata, CNN informó que Beyoncé dio su aprobación para que la vicepresidenta usara “Freedom” como su canción oficial de campaña. Por lo tanto, fue una elección aparentemente antagónica cuando la campaña del candidato republicano tocó la misma canción de Beyoncé de fondo en un reciente video publicado en redes sociales para mostrar al expresidente Donald Trump.
Desde Celine Dion y Foo Fighters hasta Bruce Springsteen y los herederos de Prince, numerosos artistas se han opuesto a lo largo de los años al uso de su música por parte de la campaña de Trump. Sin embargo, de acuerdo con los expertos legales, dependiendo de cómo y dónde se utilice su música, los artistas pueden tener motivos para tomar medidas más allá de la reprimenda.
En el caso de Beyoncé, no se trató solo de una publicación en redes sociales. La campaña de Trump también ha utilizado su música durante al menos un mitin este verano, a pesar de que Beyoncé apoyó la candidatura de Biden-Harris en 2020 y es simpatizante demócrata desde hace mucho tiempo.
Su canción “Texas Hold ‘Em” del álbum “Cowboy Carter” se tocó en un evento de Trump el 31 de julio en el New Holland Arena en Harrisburg, Pensilvania, según un video del evento visto por CNN.
Los representantes de Beyoncé no respondieron a las solicitudes de comentarios de CNN. Sin embargo, la semana pasada, Rolling Stone informó que su sello amenazó con enviar una orden de cese y desistimiento a la campaña de Trump después de que usaran “Freedom” en el video en las redes sociales, que fue publicado por el portavoz de la campaña de Trump, Steven Cheung.
Poco después de que el equipo de Beyoncé supuestamente amenazara con emprender acciones legales, el video fue eliminado.
En una declaración a CNN, Cheung dijo que usó “Freedom” para provocar al partido opositor.
“El propósito de la publicación simplemente demostró el punto de que los demócratas están a favor de prohibir cosas, incluida la libertad. Cayeron en la trampa”, dijo Cheung.
Licencias y aprobación de música
La obtención de licencias de música y de derechos y autorizaciones es un asunto costoso, complicado y litigioso. Los estudios cinematográficos habitualmente pagan cientos de miles de dólares para obtener los derechos de una sola canción, mientras que las marcas pueden pagar millones para repetir una melodía en anuncios comerciales para ayudar a vender un producto.
Las campañas políticas no son una excepción.
“Se requiere una licencia para cualquier uso de música, ya sea en un recinto, una convención, en línea a través de YouTube o una plataforma de redes sociales”, dijo a CNN la abogada Heidy Vaquerano, socia de la firma de abogados Fox Rothschild con sede en Los Ángeles y especializada en música.
Incluso si se obtiene una licencia, los artistas podrían oponerse al uso de su música en campañas políticas.
Hace apenas unos días, la banda Foo Fighters dijo que no autorizó a la campaña de Trump usar su canción “My Hero”, que se tocó en un mitin en Arizona donde Trump estuvo acompañado por Robert Kennedy Jr., poco después de que respaldara al expresidente. Un representante de Foo Fighters dijo a CNN que la campaña de Trump no le pidió permiso a la banda y que cualquier regalía recibida “como resultado de este uso será donada a la campaña de Harris-Walz”.
El portavoz de Trump, Cheung, dijo a CNN: “Tenemos una licencia para tocar la canción”.
Sin embargo, el representante de la banda reiteró: “No se le pidió permiso a Foo Fighters, y si se lo hubieran pedido no lo habrían otorgado”.
Existen algunas protecciones legales para los artistas en torno al uso de su nombre, imagen o semejanza. Incluso con una licencia de interpretación pública para tocar una canción en un mitin, la campaña de Trump podría violar los derechos de publicidad de un artista o un “falso respaldo, donde el uso del trabajo de un artista implica que [un] artista apoya al candidato”, dijo Vaquerano.
Para que una campaña política utilice la canción de un músico en las redes sociales, la campaña tendría que ponerse en contacto con los compositores, el editor y el sello del artista para obtener la aprobación, agregó.
Cuando Trump se lanzó a la presidencia en 2016 y 2020, Rihanna, Phil Collins, Neil Young, Pharrell, Rolling Stones, Adele, Guns N’ Roses y los herederos de los Beatles hablaron sobre el uso que hacía de su música. Ese patrón ha continuado en este ciclo electoral.
A principios de este mes, se escuchó “My Heart Will Go On” de Dion en un mitin de Trump en Bozeman, Montana, junto con un video de la estrella cantando en la pantalla grande. Después de que aparecieron videos en redes sociales, el equipo de la cantante se pronunció.
“De ninguna manera este uso está autorizado, y Celine Dion no respalda este ni ningún uso similar… ¿Y realmente, ESA canción?”, publicó su equipo en X.
Los herederos de Isaac Hayes llevaron las cosas un paso más allá, presentando una demanda por infracción de derechos de autor contra Trump por usar las canciones del artista de soul en los mítines. Entre los acusados también nombró a la campaña de Trump, al Comité Nacional Republicano y a la Asociación Nacional del Rifle.
En la denuncia, los herederos de Hayes dijeron que el expresidente comenzó a usar el material de Hayes como música de “outro” en eventos de campaña en 2020 y sigue usando su música en 2024, como se ve en una de las publicaciones recientes de Trump en Truth Social. En ella se puede escuchar la canción de Hayes “Hold On, I’m Comin’” sonando en un mitin.
De acuerdo con documentos judiciales obtenidos por CNN, los abogados de los herederos afirman que la campaña no ha “obtenido una licencia válida para su actuación en público” y piden “daños compensatorios por el uso no autorizado” de la música de Hayes. El 3 de septiembre se concedió a sus herederos una audiencia de emergencia sobre el asunto en un tribunal federal.
“Nos vemos en el tribunal”, publicó el hijo de Hayes en X.
Trump no ha hecho comentarios públicos sobre el asunto.
Vaquerano cree que el patrimonio de Hayes tiene un caso viable.
“Si la campaña no obtuvo las licencias necesarias”, dijo la abogada. “Entonces cada uso de la música constituye un nuevo uso infractor y los respectivos propietarios de los derechos de autor tendrían derecho a daños legales y reales por pérdida de ventas, licencias, ingresos u otra pérdida financiera demostrable causada por el uso de la música en la campaña de Trump”.
Trump es conocido por ser selectivo con la música. Fuentes con conocimiento de primera mano dijeron a CNN que el expresidente elige él mismo algunas de las canciones de sus actos. En su residencia de Mar-a-Lago en Florida, él elige la lista de reproducción del patio en un iPad que prepara para los invitados a sus cenas, según estas fuentes.
De vuelta a la campaña, Trump podría hacer bien al quedarse con la música de artistas que lo han respaldado, como Kid Rock.
Kristen Holmes de CNN contribuyó a este reporte.
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