Cuando el año pasado Shakira se separó de Gerard Piqué con escándalo, una de sus primeras decisiones fue dejar el hogar común de Barcelona junto con sus dos hijos, atravesar el océano y radicarse en Miami.
En esa ciudad de Estados Unidos, la colombiana ya tenía un lujoso inmueble situado en el exclusivo sector de Miami Beach, y específicamente en North Bay Road, una apetecida calle a orilla de mar en la que otras celebridades como Jennifer López, Matt Damon y Alejandro Sanz también poseen propiedades.
Sin embargo, la cantante ha intentado deshacerse de la mansión desde el día uno. La casa, valorada en unos 11 millones de dólares, ha estado a la venta incluso desde antes que Shakira decidiera rehacer su vida en el sur de Florida, sin encontrar comprador.
Una situación que pueda parecer extraña, pero que tiene una explicación muy de fondo que recientemente trascendió.
Bajo el nivel del mar
El periodista español Omar Suárez reveló en el programa “Fiesta”, de la cadena Telecinco, reveló que el problema no es el precio sino que un grave defecto estructural que la hace prácticamente inhabitable.
“Si no la ha vendido, es que ya no la va a vender. Nadie la quiere por las condiciones que tiene la casa”, sentenció el comunicador hispano.
Y lo peor es que la gran responsable es la propia Shakira, que ordenó que se le hicieran unas reformas que están completamente fuera de norma: ubicó los baños bajo el nivel del mar y si se produce una lluvia intensa, la hermosa propiedad se llena… de caca.
“Los baños estarían por debajo del nivel del agua. Con el paso de los años el nivel del agua aumentó y, cada vez que llueve, todas las aguas residuales de Miami Beach terminan en la casa de Shakira”, explicó Suárez.
Existe un arreglo para este desagradable inconveniente, aunque a un costo altísimo, porque implicaría elevar la construcción sobre el nivel del mar y colocar una gran tubería debajo, y son pocas las empresas capaces de hacer esa compleja intervención.
Los corredores de propiedades a cargo de vender la lujosa mansión intentaron mantener el problema en secreto y hubo interesados, pero huyeron rápidamente al descubrir que corrían el riesgo de acabar cubiertos de materia fecal.